Mirar de otro modo, crear, generar experiencias... Esto y muchas otras cosas es Recrear la Casa de Campo, una actividad de Land Art con pequeños-grandes artistas. Arte en la Naturaleza y mucha, mucha imaginación...


miércoles, 4 de mayo de 2011

4 de Mayo, Colegio Reina Victoria


¡Buenos y primaverales días! Aquí estamos un día más, recién saliditos del cole Reina Victoria, para mostraros lo que hemos hecho en nuestra actividad de arte y naturaleza en la Casa de Campo. Abran bien los ojos, agudicen los sentidos ¡que empieza el arte!


Pensábamos que las alcantarillas eran aquellas puertas del suelo por las que - según los cuentos oscuros de brujas, sapos y culebras- ratas y ratones campan a sus anchas...
Pero no. En Recrear la Casa de campo hemos visto que se pueden utilizara como base de nuestras creaciones.










Y las hemos adornado y han quedado tan bonitas como esta, en la que se mezclan los matices coloridos de los diferentes materiales utilizados


O esta, en la que resalta el verdor de las espigas en contrsate con el acero gris y frío de la estructura.






Nos gusta imaginarnos personajes que sólo existen en nuestra aventuras.



Terribles guerreros caníbales, que en realidad no se comerían ni a una mosca... ¿donde la meterían en esa panza de piedritas?




Utilizamos los materiales que encontramos para poner a nuestro guerrero en contexto: arco y flechas, zapatos para la selva, pelambrera caníbal...
Y al final se nos ocurre que su verdadero nombre es "La mujer Hoguera" pues de ahí surge la idea de nuestros artistas


Construímos casas de paredes finitas y delicadas:

Y decidimos habitarlas con sus personajes

Con ese pelo alocado, hasta nos da la risa este peculiar vecino...


Caracol, col, col, saca los cuernos al sol... Esta bonita combinación de piedras y florecitas, hecha poquito a poco, como se arrastra el caracol...





¡Y el dinosaurio!
Sobre el suelo, en plano componemos con hojas, palos y flores


Y parece que de ahí surge este volcán cuya lava son las violetas


Al final del paseo nos cruzamos con otro extraño bichejo del Land Art: la araña peluda y sonriente.
Decidla adiós, que ya nos vamos por hoy...