Pues así es como se despedían los alumn@s del Colegio Francisco Arranz después de haber convertido la Casa de Campo en un colorido manto de naturaleza y retales de una belleza sin igual.
Tejiendo imaginación, bordando creatividad y con mucho empeño y sonrisas, nuestros artistas fueron tan prolíficos que casi no alcanzaban a terminar de colgar el último palo para tensar el próximo hilo de color. Esta es la muestra de su Museo del Bosque...
Con retales de tela usada, con nuestros viejos vestidos y camisetas, podemos crear cosa tan bonitas como estas.
¡Así que ya sabéis, a revolver en los armarios y trasteros de los abuelos, que con eso podemos llegar a ser grandes creadores de la Naturaleza!