Llegamos a la Casa de Campo y las manos se nos vuelven de artistas, sin darnos cuenta. Vamos a hacer Land Art con los alumnos y alumnas del Colegio República Dominicana. Comenzamos buscando y recopilando los materiales que nos servirán para recrear hoy la Casa de Campo... le damos al botón de la imaginación!
Como si fuera el cuento de Garbanzito, vamos trazando un camino de pequeñas piedras, por el que puedan pasear los habitantes de nuestras construcciones, como la cabaña del gnomo...
Porque no creemos que el sol tenga que ser amarillo, sino que con el Land Art inventamos soles de todos los colores, de todos los tamaños...en el centro le dibujamos con hojitas unos trazos de luz verde y los rayos bailan en la grava...
La silueta de uno de los compañeros se mimetiza con el paisaje. Magia!!!!
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| ¿Sois capaces de adivinar lo que estamos haciendo en la Casa de Campo? |
Nos hacemos retratos entre nosotras: tú tienes la nariz como una hoja seca y yo el cutis como la piedra molida.
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| El viento no se atreve a despeinarme... |
"Vamos a hacer uno de esos coches que salen por la tele, ecológico total! nada de contaminación, porque no usa gasolina, sólo está hecho de hojas secas; pero es muy rápido y puede subir hasta las montañas más altas" dicen nuestros artistas.
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| Un toque de color nunca viene mal, así que reciclamos los pétalos de una flor roja y brillante que encontramos entre las matas |
"No hay florero para esta flor" ni museo para esta creación, pues la naturaleza toda es contenido y continente.
Seguimos jugando con la figuración y ahora retratamos a otro compañero, flaquito y de boca grande. Es como un guerrero con su arco y todo. Cuidado no nos lance una flecha!
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| Y ya para acabar esta bonita jornada, hacemos un recorrido con las compañeras y los compañeros de clase que nos van explicando todos los secretos de sus creaciones de hoy en la Casa de Campo... |
